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Ver crecer a tus hijos.

Una de las etapas más desafiantes en mi vida fue convertirme en papá por primera vez. Mientras veía crecer el vientre de mi esposa, crecía también la ilusión y el deseo de conocer a mi pequeña, haces los primeros preparativos para recibir a ese nuevo ser que llegará a sus vidas, crees que preparándote, todo será más sencillo.

No pasaron las primeras veinticuatro horas desde su llegada en el que no podía dormir, y no por ella, ella ha sido un amor de niña para dormir. Recuerdo bien que, ella nació a las 2:59 a.m., pero el sueño no era algo que pasara por nuestra mente, solo queríamos tenerla en nuestros brazos, mirarla, abrazarla, no queríamos separarnos ni un instante de ella.

Grabas cada momento en tu mente, como si de un video se tratara, como cuando entra el doctor a la habitación, cuando descubres su carita por primera vez, imprimes cada milímetro de su piel en tus ojos, miras sus ojos y quisieras hacerlos tuyos; tomas sus manitas, te aprieta con cada dedito, sientes que tu vida se recarga mientras se aferra a tu mano.


No estoy listo, cada emoción supera a la ficción, creo que no puedo contenerme, quisiera abrazarla con todas mis fuerzas pero, es tan delicada, debería bajar una nube del cielo y hacer ahí su cama, tomar las flores del campo y hacerlas su almohada, abrigarla con la luz de luna llena y entre mis brazos tomarla.


Un día tienes que volver al trabajo y dejarla mientras te vas, al siguiente instante ya es su primer cumpleaños, no puedes creer que lo que un día fue la primera vez que la viste ahora ya te dice papá. El tiempo sigue, y ves sus primeros pasos, como si corriera un maratón va a tus brazos, la meta es tu abrazo.

Siempre sonriente, jalándote para ir a jugar, eres su mejor compañero, su mejor amigo. Te cuenta sus secretos, toma tus manos y mientras pinta tus uñas te platica lo bien que le va trabajando en la estética.

No le gusta que te vayas, brinca y ríe cuando te ve entrar por la puerta porque regresaste a tiempo para la cena.


El tiempo transcurre, y sus frases son cada vez mas complejas, te sorprendes del gran vocabulario que ahora maneja. Unas cuantas líneas ya son cartas enteras, un par de palitos son papá y mamá, quiere ser niña grande. Escucha la música y solo sabe cantar, pero deja de cantar porque sus pies sienten cada nota, sus manos se elevan al cielo, se mueven de un lado a otro, cierra sus ojos, ella está adorando. No te puedes contener, a veces crees que no sabe lo que hace, pero que sé yo de la vida si ella me está enseñando todo.


Ella es mi pequeña, la más sonriente, la más feliz, la más alegre, la que sigue creciendo, la que no deja de enseñarme, muchas veces aprendo con sonrisas, en otras entre lágrimas, pero ella siempre tiene un abrazo y un te amo que me vuelven a la primera vez que la ví, a la primera vez que tomo mi mano, me apretó fuerte y se me recargo la vida en un instante.


Ella es mi bella Italia.


-E



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